lunes, julio 16, 2007

SIN MIEDO


Correr sin mirar atrás, correr y correr. Sin la duda, sin los miedos todo es posible.


Subamos juntos una montaña y escalemos el más alto de los pensamientos, caminemos verticalmente por la ruta que lleva a las alturas, en donde todo es posible, en donde seremos vencedores de lo irrisorio y sentiremos el clamor de las nubes que nos aplauden cuando cruzamos sus vientres.

Seamos cómplices del camino, seamos socios del equipaje y cubramos nuestras almas con el calor del sol.

Todo se pone a favor, el viento nos da la bienvenida, la montaña nos invita a ser sus huéspedes por un merecido momento de pasión, el cielo nos abre sus infinitas puertas azules, la tierra se tiñe de felicidad en tonos terracota y verde y el aire, aunque escaso nos permite respirar arrebatadas bocanadas de placer.

Seamos espectadores de lo magno y protagonistas de lo propio.

Y después del infinito instante de placer, tomemos el aliento para emprender el viaje de vuelta, donde los sentidos absortos de paz y alienados de vida, nos indiquen el camino de vuelta a casa.

Siempre volvemos a casa.
Ahora… sin miedo.